El juego es muy importante para el desarrollo del niño.
A través de él desarrolla sus capacidades y habilidades socio-afectivas
y motoras, entre otras. Desde muy pequeños, la mejor forma que tienen de
aprender y conocer el mundo que les
rodea es a través del juego y de los juguetes.
A través de él transmitimos los valores correctos a
los niños, favoreciendo la integración e igualdad. Ya en el colegio, los
profesores proponen programas para que, de forma sencilla y divertida, los
niños aprendan valores como igualdad, respeto, conocimiento de otras culturas, etc
Con el juego los niños aprenden cooperar, compartir,
conectar con los demás, preocuparse por los sentimientos ajenos y trabajar por
superarse, además de crear lazos afectivos. Por todo ello, posee una función compensadora de las desigualdades socioculturales.
En el parque, unos y
otros se acercan para ver lo que hacen, unirse a jugar: no tienen ideas
preconcebidas sobre lugar de nacimiento, color de piel, posición
socio-económica, idioma, … Juegan por el
simple hecho de jugar, esto les produce placer (la risa, el compartir, superar
retos…sin importar con quién juegan).
Nuestro papel es incentivar a que sigan
así, transmitirles que eso es lo importante, el simple hecho de compartir,
dando igual con quien lo hacen. Esto ayudará a que crezcan con una mente más
abierta, integrando en su vida a gente de diferentes culturas o niveles
sociales. Con ello conseguiremos educar a alguien comprensivo, abierto e
interesado por otras culturas, dándole igual de dónde venga la persona,
importándole solo lo que puede llegar a aprender y compartir con ella.
Recordad, los niños imitan la realidad que les rodea y absorberán
nuestra forma de ver las cosas y
nuestros valores. Así que, luchemos por una sociedad con menos desigualdad y
por la integración de todos los niños en ella. Y esto lo podemos hacer a través
de juego,
Hoy por hoy, hay muchos niños que pertenecen a un grupo llamado
de “riesgo social” y suelen ser extranjeros,
con familias desestructuradas, que proceden de un nivel económico muy bajo o
con alguna minusvalía. A través del juego podemos fomentar su integración
social, recordemos que el juego es un derecho universal del niño.
Eduquemos a
nuestros hijos con valores de cooperación, respeto e integración y poco a poco
viviremos en un mundo mejor.
El juego elimina las
diferencias sociales y étnicas, fomentando un modo de vida distinto, mejor y
más feliz. Ayudemos a nuestros hijos a entender que” lo diferente” no es malo,
sino interesante y que de todo se puede aprender. Jugando disfrutan y aprenden,
así que juguemos a que no exista ningún niño en exclusión social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario