A partir del segundo año de vida, los niños aprenden por imitación, por ensayo-error y por
repetición. Explicaremos un poco cada una de ellas, aunque en algún post ya
las hemos mencionado.
APRENDEN POR:
- ENSAYO – ERROR
Esto quiere decir que, como están
descubriendo el mundo y les encanta hacerlo por sí mismos, aprenden por las
“consecuencias” que generan sus acciones. Por eso es tan importante valorarles
y elogiarles sus actitudes y comportamientos positivos, porque sabrán que si: se portan bien, papá y mamá están contentos
y les felicitan por su comportamiento (acción-consecuencia).
- REPETICIÓN
En varios post hemos comentado que la
repetición les produce seguridad y placer
porque pueden anticiparse a lo que va
a pasar. Por eso les gusta tanto jugar una y otra
vez con el mismo puzzle,
cantar la misma canción, leer el mismo cuento…
- IMITACIÓN
Están en una edad en la que imitan todo lo que ven; es su manera de
interpretar el
mundo que les rodea y sentirse parte de una sociedad cuyas normas aún no
comprenden pero
quieren imitar: se ponen los zapatos de papá, el sombrero de mamá,
cogen el
teléfono, abren la puerta, etc.
Si vuestro niño está en
esta etapa, os habréis dado cuenta de que pregunta
constantemente: ¿por qué? ¿Qué es eso?
Tenéis dos opciones
de respuesta:
Ejemplo: estáis en el parque: en el suelo hay muchas semillas que
parecen pelusilla y el niño va directo, coge un puñado con la mano y viene
emocionado a enseñártela: ¡¡mira, mami!!
- RESPUESTA A: (muy común y menos correcta) tú sólo visualizas al niño manchado de esa pelusilla, y tu ropa y el cochecito … tu respuesta es: SUELTA ESO ¡¡ ES CACA!! ¡¡ESO MANCHA!! El niño se enfada,porque no reaccionan bien ante los mandatos, te enfadas tú y… todo acaba mal: ¡¡MANCHADO Y LLENO DE PELUSILLAS!!(tal y como lo habías visualizado)
- RESPUESTA B: (menos común y más correcta) Coges la mano del niño para que no manche y le explicas que son semillas que caen de los árboles, que pasa cada primavera y que esas semillas vuelan para que crezca otro árbol; que mejor las dejáis entre los dos en el suelo para que vuelen y nazca otro árbol. El niño, contento, soltará las semillas y continuará su paseo como si nada.
CONCLUCIÓN: el
niño sólo desea aprender. Perdemos el mismo tiempo en reñirle y obtener una
respuesta negativa que explicarle lo que desea aprender, porque no entiende
lo que está pasando; te acaba de enseñar algo que, para él, es nuevo y
maravilloso; si le explicas lo que es, él aprende el porqué (que, al fin y al
cabo, es lo que quiere saber) y el momento acaba siendo de disfrute para los
dos.
Recordad que, aunque son niños, están aprendiendo y
conociendo el mundo, lo único que desean es compartir ese momento maravilloso
de “descubrimiento” y que ven en vosotros a quien puede darle TODAS las
respuestas a sus preguntas. A veces ellos solo necesitan una simple explicación
de la situación y lo entenderán todo mejor. Además, cuánta más información, más
aprenderá.
Cuesta lo mismo decirle: “mira un guau-guau” que decirle “mira, un
perro” e incluso, si es un poquito mayor, podemos añadir el color del perro,
porque inconscientemente lo aprenderá…
Recordad: sois la
fuente de inspiración y modelo de imitación de vuestros hijos, debéis
darles todas las herramientas necesarias para que aprendan a descubrir el mundo
a su ritmo; cuanto más les deis… más aprenderán, y ¡¡mejor se desarrollarán!!
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