¡¡Llega Navidad!! Época de momentos en familia, “grandes
comidas”, compartir tiempo con los demás y de lo que más les gusta a nuestros
pequeños: ¡¡ LOS REGALOS!!
Los juguetes representan en miniatura el mundo que nos
rodea, brindan al niño la posibilidad de imitar y reproducir las actividades
que observan en los adultos.
Debemos tener en cuenta que ellos imitan lo que ven, no lo
que les decimos que está bien o debería ser. Construyen su realidad de acuerdo
a lo que les toca vivir. Es muy importante escoger juguetes que transmitan valores
de respeto a los demás, eliminando todo aquello que pueda aportar a su mundo
matices bélicos, sexistas, xenófobos, racistas, etc.
El consumismo genera tendencia hacia el exceso, y es tan
perjudicial como la carencia de ellos.
Siendo el juego un derecho universal, los juguetes son un
lujo inalcanzable para los niños de muchos países poco desarrollados que tienen otras prioridades de subsitencia, es un privilegio fuera de su alcance. Sin embargo,
en países desarrollados, también hay
cantidad de niños con carencia de
juguetes por la situación social y económica de la familia.
Los juguetes son primordiales para el desarrollo social,
afectivo y emocional del niño, por lo que TODOS deberían tener la cantidad y calidad
adecuada. Estas carencias tienen muchas consecuencias negativas, pero las más
destacadas son:
-
Desigualdad
educativa: los niños que carecen de juguetes tendrán más complicaciones que
el resto en su desarrollo integral
-
Desigualdad
social: no tener el juguete de moda puede llevar hasta él un pensamiento de
“ser diferente”, algo así como “menos que los demás”.
Debemos luchar, en la medida de nuestras posibilidades para
evitar estas situaciones, porque entre todos podemos cambiar un poquito las
cosas. Colaboremos con ONGS y ayudemos a
familias desfavorecidas de nuestro entorno: si piensas, seguro que hay juguetes
que no utilizas y que tienes guardados. Estamos en Navidad, época de cambios y buenos
deseos, piensa en alguien que lo necesite y dónalos. Te sentirás muy bien y
ayudarás muchísimo a alguien que lo necesita.
Los excesos son igual de malos. Sobre todo en estas épocas
del año, que nos dejamos llevar por unas bonitas campañas publicitarias, llenas
de un mensaje claramente consumista…
Las consecuencias más directas de nuestras compras
compulsivas e inadecuadas de juguetes son:
-
-El niño va creciendo, aumenta su consumo y esto
se reflejará en su mundo, donde los objetos no son valorados, ni deseados, no
es solidario, ….
-
-Ningún recurso material sustituye la carencia
afectiva, por lo que si lo que nos faltan horas para jugar o poder estar con
él, el mejor regalo es buscar ese momento del día para estar juntos. Porque si
no, creerá que todo se puede “comprar” mediante cosas materiales. Y esto es
erróneo, porque seguirá teniendo esa carencia afectiva, pero se volverá más
superficial y desinteresado por lo que le rodea
a Así que, DEBEMOS ESCOGER ADECUADAMENTE EL JUGUETE QUE COMPREMOS A NUESTRO HIJO, no debemos guiarnos por las campañas publicitarias, debemos BUSCAR Y ESCOGER el que mejor se adapte a la edad y gusto de nuestros hijos, algo que le transmita valores. Y sobre todo, recordar que es MEJOR CALIDAD Y NO CANTIDAD, no somos mejores padres, abuelos o tíos porque compremos el juguete más caro o miles de juguetes...seremos los mejores si el tiempo que estamos con ellos lo aprovechamos al máximo
Recordar que en los tiempos que corren hay miles de niños en nuestro país, se estima de 1 de cada 3 sufre la pobreza. Seguro que tenéis juguetes que os sobran o que vuestros hijos no utilizan, es una época genial para donarlos a quien más lo necesita
Saludos
Mónica Nieto
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