A los tres meses a los bebés les empiezan a fascinar los
animales y los insectos, así que fingir ser mariposas juntos es una forma muy
divertida de captar su interés.
Habilidades desarrolladas con este juego: verbales y
motoras.
Qué necesitas: no se requiere materiales.
Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas, con tu bebé
sentado en tus piernas viendo hacia adelante (no hacia ti). Cubre a tu bebé,
inclinando tu torso hacia adelante, con los brazos extendidos también hacia
adelante, para convertirte en una especie de capullo que lo envuelve. Anímalo a
que se incline contigo.
Hablando despacio y
suavemente, dile: "Muy bien, oruga, estás despertando". Levanta
gradualmente tus brazos hacia arriba, sobre tu cabeza, mientras dices:
"Estás saliendo de tu capullo, te estás convirtiendo en una
mariposa".
Luego, sentada erguida,
estira con suavidad los bracitos de tu bebé hacia arriba también. Mueve sus
brazos hacia los lados y luego hacia arriba y hacia abajo, como volando, y
dile: "¡Estás desplegando tus alas! ¡Eres una mariposa!" Al jugar
este juego una y otra vez, tu bebé aprenderá a mover sus brazos hacia arriba y
hacia abajo solito, como si estuviera volando, para "ser una
mariposa".
Variación: cuando tu bebé empiece a caminar, podrá gatear
hasta tu regazo como la oruga lista para hacer un capullo, luego levantarse y
"volar" fuera de tu regazo cuando sea una mariposa, aleteando por el
jardín o por la habitación.
Como ves es un juego que no necesita preparación, y que
además fortalece el vínculo entre mamá y bebé, es un juego multisensorial,
ya que entra el contacto físico, la comunicación a través de lo que le vas
contando y explicando y estimulas la psicomotricidad gruesa (que es la
muscular) a través de los movimientos que realizas. Y lo más importante, el
bebé está a gusto porque comparte un momento contigo y a la vez, estás ayudando
a su completo desarrollo y fortaleciendo el vínculo entre ambos!!
Espero que os haya gustado!
Saludos y hasta la próxima!
Mónica Nieto
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